EQUIPO MÉDICO
Las varices se caracterizan principalmente por una dilatación excesiva de las venas. Su origen es genético y aumentan con la edad, aunque hay múltiples factores externos como el sedentarismo y la exposición al sol que influyen en su desarrollo. Para combatir este tipo de problema vascular pueden aplicarse técnicas de esclerosis vascular y fotoesclerosis.
La esclerosis vascular consiste en inyectar en el interior de los vasos afectados activos esclerosantes para provocar una reacción inflamatoria controlada en las paredes internas del vaso a tratar, de tal forma que remita su dilatación excesiva.
Para que esta técnica resulte efectiva es necesario valorar, en función de la extensión de la zona a tratar, el número de tratamientos a aplicar, aunque lo habitual suele ser una sesión semanal para cada pierna hasta completar el tratamiento.
Utilizamos técnicas de fotoesclerosis o esclerosis con láser para producir la inflamación controlada de los vasos sanguíneos que causan las varices. De esta forma, las células de los vasos sanguíneos que contienen ese color reciben la radiación luminosa del láser y con el calor que se produce se destruyen. La gran ventaja de esta técnica, por tanto, consiste en que solo afecta a los tejidos que se desea destruir, mientras que todos los demás permanecen intactos.
Como el tejido venoso destruido se reabsorbe, se pueden llevar a cabo tratamientos más profundos, sin que se produzcan posibles recanalizaciones de la vena.
No existe un número mínimo de sesiones, sino que éste dependerá de las necesidades específicas de cada paciente. En aquellos casos en los que sea necesario repetir sesión, es aconsejable establecer un intervalo entre ellas de al menos un mes para que su efecto sea plenamente satisfactorio.