Las estrías están causadas por la rotura de las fibras elásticas que conforman la piel. Aunque no existe un tratamiento definitivo para este problema tan frecuente, la combinación de diferentes técnicas puede ayudar enormemente a mejorar su aspecto.
Cuando ésta se estira más de lo normal, en casos de aumento brusco de volumen, cambios hormonales, embarazo o desarrollo muscular acelerado, se producen estas cicatrices que en un primer estado son rosadas, para pasar luego a rojizas y finalmente a un color blanquecino.
Para mitigar la presencia de las estrías en la piel, habitualmente en abdomen, brazos, muslos y glúteos, el tratamiento de primera elección es utilizar la tecnología láser. Mediante un tratamiento rápido e indoloro se estimula la formación de nuevo colágeno que aporta elasticidad a la piel.
Para lograr un efecto óptimo, es recomendable llevar a cabo una media de cinco sesiones de aproximadamente veinte minutos y repartidas cada tres o cuatro semanas.
Su recuperación es inmediata, por lo que la vida diaria del paciente no se ve afectada.
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